lunes, 1 de enero de 2018

Marciano Durán - Me caí del mundo y no sé por dónde se entra


Me caí del mundo y no sé por dónde se entra

por Marciano Durán

(Nota: El presente texto ha sido reproducido muchas veces atribuyéndolo erróneamente al también uruguayo Eduardo Galeano)

Lo que me pasa es que no consigo andar por el mundo tirando cosas y cambiándolas por el modelo siguiente sólo porque a alguien se le ocurre agregarle una función o achicarlo un poco. No hace tanto, con mi mujer, lavábamos los pañales de los críos, los colgábamos en la cuerda junto a otra ropita, los planchábamos, los doblábamos y los preparábamos para que los volvieran a ensuciar. Y ellos, nuestros nenes, apenas crecieron y tuvieron sus propios hijos se encargaron de tirar todo por la borda, incluyendo los pañales. ¡Se entregaron inescrupulosamente a los desechables!

Si, ya lo sé. A nuestra generación siempre le costó botar. ¡Ni los desechos nos resultaron muy desechables! Y así anduvimos por las calles guardando los mocos en el pañuelo de tela del bolsillo. Yo no digo que eso era mejor. Lo que digo es que en algún momento me distraje, me caí del mundo y ahora no sé por dónde se entra. Lo más probable es que lo de ahora esté bien, eso no lo discuto. Lo que pasa es que no consigo cambiar el equipo de música una vez por año, el celular cada tres meses o el monitor de la computadora todas las navidades.

Es que vengo de un tiempo en el que las cosas se compraban para toda la vida. Es más ¡Se compraban para la vida de los que venían después! La gente heredaba relojes de pared, juegos de copas, vajillas y hasta palanganas.

El otro día leí que se produjo más basura en los últimos 40 años que en toda la historia de la humanidad. Tiramos absolutamente todo. Ya no hay zapatero que remiende un zapato, ni colchonero que sacuda un colchón y lo deje como nuevo, ni afiladores por la calle para los cuchillos. De “por ahí” vengo yo, de cuando todo eso existía y nada se tiraba. Y no es que haya sido mejor, es que no es fácil para un pobre tipo al que lo educaron con el “guarde y guarde que alguna vez puede servir para algo”, pasarse al “compre y bote que ya se viene el modelo nuevo”. Hay que cambiar el auto cada tres años porque si no, eres un arruinado. Aunque el coche esté en buen estado. ¡Y hay que vivir endeudado eternamente para pagar el nuevo! Pero por Dios.

Mi cabeza no resiste tanto. Ahora mis parientes y los hijos de mis amigos no sólo cambian de celular una vez por semana, sino que, además, cambian el número, la dirección electrónica y hasta la dirección real. Y a mí me prepararon para vivir con el mismo número, la misma mujer, la misma casa y el mismo nombre. Me educaron para guardar todo. Lo que servía y lo que no. Porque algún día las cosas podían volver a servir.

Si, ya lo sé, tuvimos un gran problema: nunca nos explicaron qué cosas nos podían servir y qué cosas no. Y en el afán de guardar (porque éramos de hacer caso a las tradiciones) guardamos hasta el ombligo de nuestro primer hijo, el diente del segundo, las carpetas del jardín de infantes, el primer cabello que le cortaron en la peluquería… ¿Cómo quieren que entienda a esa gente que se desprende de su celular a los pocos meses de comprarlo? ¿Será que cuando las cosas se consiguen fácilmente, no se valoran y se vuelven desechables con la misma facilidad con la que se consiguieron?

En casa teníamos un mueble con cuatro cajones. El primer cajón era para los manteles y los trapos de cocina, el segundo para los cubiertos y el tercero y el cuarto para todo lo que no fuera mantel ni cubierto. Y guardábamos…  ¡¡Guardábamos hasta las tapas de los refrescos!! Los corchos de las botellas, las llavecitas que traían las latas de sardinas.  ¡Y las pilas! Las pilas pasaban del congelador al techo de la casa. Porque no sabíamos bien si había que darles calor o frío para que vivieran un poco más. No nos resignábamos a que se terminara su vida útil en un par de usos.

Las cosas no eran desechables. Eran guardables. ¡Los diarios! Servían para todo: para hacer plantillas para las botas de goma, para poner en el piso los días de lluvia, para limpiar vidrios, para envolver. ¡Las veces que nos enterábamos de algún resultado leyendo el diario pegado al trozo de carne o desenvolviendo los huevos que meticulosamente había envuelto en un periódico el tendero del barrio! Y guardábamos el papel plateado de los chocolates y de los cigarros para hacer adornos de navidad y las páginas de los calendarios para hacer cuadros y los goteros de las medicinas por si algún medicamento no traía el cuentagotas y los fósforos usados porque podíamos reutilizarlos estando encendida otra vela, y las cajas de zapatos que se convirtieron en los primeros álbumes de fotos y los mazos de naipes se reutilizaban aunque faltara alguna, con la inscripción a mano en una sota de espada que decía “éste es un 4 de bastos”.

Los cajones guardaban pedazos izquierdos de pinzas de ropa y el ganchito de metal. Con el tiempo, aparecía algún pedazo derecho que esperaba a su otra mitad para convertirse otra vez en una pinza completa. Nos costaba mucho declarar la muerte de nuestros objetos. Y hoy, sin embargo, deciden “matarlos” apenas aparentan dejar de servir.

Y cuando nos vendieron helados en copitas cuya tapa se convertía en base las pusimos a vivir en el estante de los vasos y de las copas. Las latas de duraznos se volvieron macetas, portalápices y hasta teléfonos. Las primeras botellas de plástico se transformaron en adornos de dudosa belleza y los corchos esperaban pacientemente en un cajón hasta encontrarse con una botella.

Y me muerdo para no hacer un paralelo entre los valores que se desechan y los que preservábamos. Me muero por decir que hoy no sólo los electrodomésticos son desechables; que también el matrimonio y hasta la amistad son descartables. Pero no cometeré la imprudencia de comparar objetos con personas.

Me muerdo para no hablar de la identidad que se va perdiendo, de la memoria colectiva que se va tirando, del pasado efímero. De la moral que se desecha si de ganar dinero se trata. No lo voy a hacer. No voy a mezclar los temas, no voy a decir que a lo perenne lo han vuelto caduco y a lo caduco lo hicieron perenne.

No voy a decir que a los ancianos se les declara la muerte en cuanto confunden el nombre de dos de sus nietos, que los cónyuges se cambian por modelos más nuevos en cuanto a uno de ellos se le cae la barriga, o le sale alguna arruga.  Esto sólo es una crónica que habla de pañales y de celulares. De lo contrario, si mezcláramos las cosas, tendría que plantearme seriamente entregar a mi señora como parte de pago de otra con menos kilómetros y alguna función nueva. Pero yo soy lento para transitar este mundo de la reposición y corro el riesgo de que ella me gane de mano y sea yo el entregado.



MARCIANO DURÁN RIVERO. Hijo y padre de un marciano. Telegrafista, murguista, periodista, humorista, letrista y maratonista. Portero de un edificio y de un equipo de futbol. Promotor social y corredor matinal. Director de Cultura y Director de una murga. Ferroviario, funcionario y fabricante de armarios. Escritor, actor, emprendedor y cantor. Imprudente gerente, raramente incoherente, Intendente Suplente, actualmente insurgente. Fue portero de un edificio, Director de Cultura e Intendente de Maldonado a la vez. Autor de varios libros: “Crónicas marcianas y uruguayas”, “Marcianitis Crónica”, “El código Blanes, la otra historia del Uruguay”, “La cuestión es darse maña y otras incoherencias”. “El Sueño de San José” “Me caí del mundo y no sé por dónde se entra”
http://www.marcianoduran.com.uy



*****

"BONUS TRACKS"


LEONARD COHEN - SLOW

I’m slowing down the tune
I never liked it fast
You want to get there soon
I want to get there last

It’s not because I’m old
It’s not the life I led
I always liked it slow
That’s what my momma said

I’m lacing up my shoe
But I don’t want to run
I’ll get here when I do
Don’t need no starting gun

It’s not because I’m old
It’s not what dying does
I always liked it slow
Slow is in my blood

I always liked it slow:
I never liked it fast
With you it’s got to go:
With me it’s got to last

It’s not because I’m old
It’s not because I’m dead
I always liked it slow
That’s what my momma said

All your moves are swift
All your turns are tight
Let me catch my breath
I thought we had all night

I like to take my time
I like to linger as it flies
A weekend on your lips
A lifetime in your eyes

I always liked it slow...

I’m slowing down the tune
I never liked it fast
You want to get there soon
I want to get there last

So baby let me go
You’re wanted back in town
In case they want to know
I’m just trying to slow it down

*****

DEEP PURPLE - ALL THE TIME IN THE WORLD

There's still a long way to go
And the nights are closing in
But if I'd travelled any faster babe
Lord knows where I might have been

Right from those early days
I put my faith in the axle not the wheels
Like old Zeno's toytus
with Achilles snapping at my heels

Don't worry
There's no hurry
Here we are
With all the time in the world

I could have been a high-flying dealer
But I have no desire for speed
I could have been a wild receiver
But I've got everything I need

And so I watch the world
Go racing by tearing up the street
I lay back in the long grass
Take it easy and rest my feet

Don't worry
You know, there's no hurry
Here we are
With all the time in the world

No-one ever held me back
You know that no-one ever put me in chains
No-one ever saw me racing ahead
No-one had to tug on my reins

As everybody knows
I may be slow but I never quit
Sometimes on a good day I sit and think
Sometimes I just sit

Don't worry
Relax, there's no hurry
Here we are
With all the time in the world

*****

PINK FLOYD - TIME

Ticking away the moments that make up a dull day 
Fritter and waste the hours in an offhand way
Kicking around on a piece of ground in your home town
Waiting for someone or something to show you the way

Tired of lying in the sunshine staying home to watch the rain
And you are young and life is long and there is time to kill today
And then one day you find ten years have got behind you
No one told you when to run, you missed the starting gun

And you run and you run to catch up with the sun, but it's sinking
Racing around to come up behind you again
The sun is the same in a relative way, but you're older
Shorter of breath and one day closer to death

Every year is getting shorter, never seem to find the time
Plans that either come to naught or half a page of scribbled lines
Hanging on quiet desperation is the English way
The time is gone, the song is over, thought I'd something more to say

(BREATHE REPRISE)
Home, home again
I like to be here when I can
And when I come home cold and tired
It's good to warm my bones beside the fire
Far away across the field
The tolling of the iron bell
Calls the faithful to their knees
To hear the softly spoken magic spells.

*****
MOBY AND THE VOID PACIFIC CHOIR - ARE YOU LOST IN THE WORLD LIKE ME

Look harder, say it's done
Black days and a dying sun
Dream a dream of god lit air
Just for a minute you'll find me there

Look harder and you'll find
The 40 ways it leaves us blind
I need a better place
To burn beside the lights

Come on and let me try

Are you lost in the world like me?
If the systems have failed?
Are you free?
All the things, all the loss
Can you see?
Are you lost in the world like me?
Like me?

Burn a courtyard, say it's done
Throwing knives at a dying sun
A source of love in the god lit air
Just for a minute, you'll find me there

Look harder and you'll find
The 40 ways it leaves us blind
I need a better way
To burn beside the lights

Come on and let me try

Are you lost in the world like me?
If the systems have failed?
Are you free?
All the things, all the loss
Can you see?
Are you lost in the world like me?
Like me? [x2]

If the systems have failed

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